2 ago 2015

BACU OLCOE

    Las numerosas precipitaciones caídas estos días en la isla nos obligan a buscar barrancos de carácter seco para poder seguir haciendo actividad mientras se normalizan los cauces de agua. Decidimos ir al sector de Baunei para realizar este barranco que va creciendo de interés conforme nos acerquemos a su parte final, aunque la falta de agua le resta muchos puntos se ve compensada con su verticalidad. Según  las informaciones que tenemos habrá  que tener cuidado con  los roces y proyecciones de piedras.




    Accedemos con el vehículo desde la población de Baunei remontando por una carretera en zig-zag hasta un alto dominando la villa. Después del la última curva cerrada cogeremos una pista a la derecha hasta la confluencia con el barranco. El vehículo de retorno lo llevaremos desde Baunei por la carretera SS125 hacia Tortoli 1,3 kilómetros más abajo y cogeremos el desvío a la izquierda hasta el aparcamiento de Pedra Longa.

    El descenso comienza con una larga marcha por un cauce de cantos angulosos que evidencia la falta de circulación de agua. En este recorrido podemos observar la típica vegetación mediterránea y su adaptación al medio entre paredes calcáreas. Atravesamos varias barreras para evitar el paso del ganado y entonces empieza a encajarse el cauce; recomendamos el uso del casco en cuanto lleguemos a esta zona ya que la caída de piedras puede ser algo inesperado. Algún destrepe y el pasillo empieza a encajarse con una primera cascada de 25 metros con fraccionamiento.


    Proseguimos la marcha por un corto tramo con arbolado e iniciamos la aproximación a la siguiente vertical asegurados a un árbol para acometer la rampa de acceso. El ruido de las olas del mar ya son percibidas por nosotros y la verdad es que nos apetece mucho bajar para asomarnos a este fabuloso balcón, experimentar la sesación de gravedad, vacío...


    Dos verticales consecutivas de 20 y 25 metros rapeladas con mucho cuidado para evitar la caída de piedras nos depositan en una repisa donde tenemos amplio sitio para esperar. Montamos otro rápel en rampa de 20 metros donde la grava acumulada se canaliza y nos obliga a transitar con sutileza hasta llegar al fraccionamiento (incómoda vegetación cerca del anclaje). Desde aquí las vistas sobre el gran circo de roca calcárea son inmejorables acompañados por la proximidad del Mar Mediterráneo. Un fraccionamiento a 7 metros y nos enfrentamos a la mayor dificultad del descenso,  la vertical de 80 metros desplomada con gran ambiente aéreo.


    Una vez en la base del circo aprovechamos la ocasión y nos acercamos a ver la surgencia que está en pleno esplendor. El retorno lo realizamos pegados a la pared en dirección a Pedra Longa, tránsito por bonito sendero a la orilla del mar hasta la zona de aparcamiento donde esta el segundo vehículo.


Texto: Luís Marín
Fotografía: Luís Marín, José Javier Ruiz y Bomberos de Navarra

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